Ley de Igualdad Salarial
La Ley de Igualdad Salarial (EPA, por sus siglas en inglés) determina que hombres y mujeres en el mismo lugar de trabajo reciban la misma remuneración por el mismo trabajo. Las tareas no deben ser idénticas, pero sí esencialmente iguales.
Es el contenido del trabajo, y no su título, se requiere que los trabajos sean substancialmente iguales. Todas las formas de pago están consideradas en la Ley de Igualdad Salarial, lo que incluye sueldo, horas extra, beneficios, seguro de vida, bonos, vacaciones y feriados, y rembolsos de gastos por viajes.
Algunas leyes federales protegen el derecho de los empleados a estar libres de discriminación en lo que concierne a las compensaciones. Como: la Ley de Igualdad Salarial, la Ley contra la Discriminación por Edad en el Empleo, el Título I de la ADA y el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964.
El Título VII puntualiza como ilegal la discriminación basada en el sexo en cuanto a sueldo y beneficios. Por consiguiente, un empleador que tiene una demanda relacionada con la Ley de Igualdad Salarial tiene también una demanda bajo el Título VII.
Tácitamente todos los empleados están sujetos a la Ley de Igualdad Salarial. Con esta Ley, un empleado tiene un plazo de dos años a partir de la práctica ilícita en materia de compensaciones alegadas (o, tres años si la violación por parte del empleador fue intencionada) para dirigirse a la Corte o a la EEOC. Un empleado que alegue una violación de la EPA no debe presentar un cargo a la EEOC, puede ir directo a la Corte.
Un avance reciente con la Ley de Igualdad Salarial es la Ley de Equidad en los Cheques de Sueldo, que refuerza a la primera y asegura igual sueldo por igual trabajo para todos los trabajadores.